LIMA PROVINCIAS

8 de enero de 2010

El sacerdote Ugo de Censi es el gestor de Artesanos Don Bosco, que ha dado un oficio a 25 mil jóvenes pobres.

Ilustre personaje italiano es un ejemplo de vida, recientemente se nacionalizó peruano y en Huacho le entregarán las llaves de la ciudad

Por Javier Ascue Sarmiento


Wilson Alfredo Huacchuaro solo tiene 12 años, pero pronto se incorporará a la legión de niños y jóvenes albañiles voluntarios de los oratorios de Don Bosco que construyen viviendas para las familias campesinas y ancianos más pobres de la Cordillera de los Andes, en reemplazo de las casas de piedra, barro y techos de paja silvestre de las alturas.

Como Wilson Alfredo, natural de Llamellín, distrito del Callejón de Conchucos, cientos de estos pequeños albañiles han sido capacitados en los diferentes talleres que la organización Mato Grosso y Oratorios Don Bosco tiene en la localidad de Chacas (Áncash), en donde también se preparan muebles, altares y arte sacro en madera tallada.

Según el padre Ugo de Censi , promotor de los talleres de artesanos, esta legión formada por menores de edad ha construido a la fecha más de dos mil viviendas, en un promedio de 200 al año, para ancianos abandonados y familias muy pobres.

Además de haber aprendido un oficio a tan corta edad, Wilson Alfredo es un integrante del grupo de niños actores y cantantes que la semana que pasó visitó Trujillo para representar un auto sacramental con el que celebraron el Corpus Christi en esa ciudad.

A Wilson Alfredo no le importa que la gente lo llame petiso por su tamaño y edad. Por el contrario, dice que se siente grande y fuerte como para cargar ladrillos y mezclar los materiales de construcción en cualquier lugar de la sierra.


UN OFICIO Y UN SUEÑO
Teodora Bedón, de 20 años, es otra joven formada en los talleres del padre De Censi. Para ella, haber aprendido el manejo del telar constituye su máxima fortuna, pues le permite hacer verdaderas obras de arte y ganar el sustento para su humilde familia de pastores de ovejas. Tiene diez hermanos. Según ella, su telar es más que una herramienta. Se ha convertido en parte importante de su vida porque -- dijo emocionada--le proporciona seguridad y sustento para enfrentarse a la vida.

Melsi Mendoza, de 18 años, escogió aprender enfermería en el taller de Chacas porque su vocación es el servicio y la caridad con los ancianos y niños desamparados. Su profesión le ha permitido organizar la asistencia médica de su comunidad y hacerse cargo de la limpieza de las viviendas y del lavado de la ropa de los desvalidos.

En la organización del padre Ugo también hay pintores como María Salazar (17), quien estudia en los talleres de Don Bosco en Llapo, cerca del pueblo de Cabana (Áncash). La joven cuenta con una colección de cuadros de los ambientes, campiñas y costumbres de la región, los que espera algún día poder mostrar en Lima.



Ella, como sus demás compañeros, tiene la esperanza de que su arte le permita seguir ayudando a quienes más lo necesitan.

El mismo sueño persigue Nelson Cruz Livias, de 14, quien nació en el humilde pueblo de Pachas, en la región Huánuco. Su máximo deseo es terminar el oficio de carpintería, dibujo y tallado para ayudar a sus padres.

La delegación que visitó Trujillo también estuvo integrada por Jaime Ñaupy Villegas de 23 años, el mayor de todo el grupo. Es asistente de la Escuela Taller de Conservación y Restauración de Bienes Arqueológicos de Tomanga, en el distrito ancashino de Yanama, por lo que actualmente ayuda a los arqueólogos en la restauración de muros, cerámicas y textiles preíncas con figuras geométricas que se han encontrado en la zona de Huacramarca entre los 4.200 y 4.600 metros de altura.

Con 78 años, el sacerdote italiano es jovial y de buen ánimo. Además le gusta decir que desde hace más de 20 años conduce un tren por la Cordillera de los Andes, donde lleva a jóvenes campesinos a los que convertirá en artesanos, carpinteros, escultores, pintores, costureras, bordadoras, electricistas, mecánicos, maestros retablistas, artistas, cantantes.

Según el sacerdote, el método de enseñanza en Artesanos Don Bosco ha hecho que miles de jóvenes reciban una buena educación y aprendan un oficio sin tener que dejar atrás sus comunidades .

"El tren los devuelve a sus comunidades después de cinco años. Regresan convertidos en maestros artesanos ", señala el sacerdote que, en silencio, se marchó a Italia para recibir un tratamiento médico que le permita seguir al lado de los más pobres.

No hay comentarios:

NOTICIAS PERÚ

NOTICIAS PERÚ
las noticias en video